lunes, agosto 16, 2010

EL TERRITORIO VIVO DE LA ARAÑA

La comparación de la telaraña con el territorio va mucho más allá de la mera metáfora: es una aplicación concreta del principio de acuerdo con el cual los seres vivos segregamos simbólica y materialmente nuestros propios territorios y estos, en consecuencia, constituyen prolongaciones de nuestras propias vivencias, realidades, memorias, aspiraciones y afectos. Ampliando la foto (click sobre la misma) se puede comprobar, además, que el cuerpo mismo de la araña es o contiene un territorio. Por esa misma razón, cuando ocurre un desastre que destruye o 'desorganiza' el territorio y nos 'desorganiza' la vida, no basta con que alguien de afuera, seguramente con la mejor voluntad y con mucha eficiencia, nos reconstruya el territorio destruido mientras nosotros miramos. El reto de cualquier proceso de reconstrucción o de reasentamiento, es fortalecer las capacidades de la araña, para que ella misma, a su propio ritmo y con sus propios objetivos, segregue los hilos necesarios y teja otra vez su telaraña.

Esto por lo general no lo entienden -o sí lo entienden en la teoría pero no lo aplican en la práctica- quienes consideran que la araña es una 'víctima impotente' y que alguien desde afuera debe asumir la decisión y el control de su destino.

Araña y yarumos del Recinto del Pensamiento en Manizales