LOS DONES OCULTOS
Saber callar
en el instante mismo de la pena
cuando los labios – roto temblor –
entierran la palabra y el sollozo.
No recordar el nombre
De quien alguna vez
Nos hizo daño.
Ignorar la mirada
Que te empaña la hora
De un transparente día.
Dolerte de la bestia
Pequeña y extraviada,
dolerte de su sed.
Abrirle espacio puro
Al pájaro que equivocó su vuelo
Y tropezó en tu espejo.
Escuchar a los niños
Como si fueran viejos
Y tomar sus palabras
Con el gozo infantil
De un recodo lejano.
Saber llegar a tiempo
Y colmar de esperanza
La ansiedad del que espera.
Entender las criaturas
Sabiendo que sus gestos
Son el lenguaje claro
Que nos descubre el mundo
Que llevamos por dentro.
Interesante tu blog. Pertinente tu opinión y pésame respecto a Matilde.
ResponderBorrar¿escribiste 19 de abril con alguna intención?
Siempre que paso por acá me llega una brisa fresca y un sabor a mango maduro llena mi memoria. Que importante es pasar por este blog cada tanto
ResponderBorrarCada que vez que paso por aquí me queda el mejor sabor que puedo recordar: mango maduro sobre un árbol viendo la casa familiar
ResponderBorrar